
Hace tiempo ya que no escribía, no por olvido, sino por falta de ilusión al principio, más tarde por falta de tiempo que es bastante necesario a la hora de enfrentarse a una hoja en blanco.
Muchas cosas han cambiado, la amenaza que le hice a la vida parece ser que surtió efecto y despertó para ofrecerme por fin algo decente a lo que agarrarse, algo para volver a la ilusión y para trabajar de nuevo. Eso ha implicado movimiento, demasiado quizás, pero el resultado está siendo satisfactorio.
Nueva gente, nuevas experiencias y nueva vida, retomo parte de la anterior y algo sumamente agradable se cuela de nuevo en ella para volver a sacarme sonrisas y nervios, ansiedad y placer.
Me gusta mi nueva vida, es dura no digo que no, pero es completa. De momento no pido más, que me quede como estoy y además ¡qué carajo! me gusta la parte de la anterior con la que me he quedado.
Me gusta porque me hace volver a sentir: me gusta sentir tus brazos apretando mi cuerpo, me gusta sentir tu mano en la mía, me gusta sentir tu pelo jugando entre nuestros labios, me gusta el olor a licra y a sudor.
Me gusta mi vida